No todos son iguales y no todos se van a comportar igual.
Según vamos interactuando con nuestro conejo iremos aprendiendo y averiguando como es él.
Según la raza que adquieras será más inquieto (toy) o más tranquilo (belier).
Lo primero de todo tenemos que saber que los conejos son animales tímidos que tenemos que ganarnos poco a poco su confianza haciéndole
entender que nosotros somos su amigo, no alguien peligroso que quiera hacerle daño.
Piensa que la primera vez que llega a casa para él es todo desconocido, no va a ir a tus brazos directamente.
Te irá considerando poco a poco su amigo para formar parte de su vida.
No te extrañes que cuando le llegue la madurez sexual esté mas arisco contigo, mas rebelde y destructor,
son las hormonas ahí es cuando debes plantearte su castración o esterilización.
También procura proporcionarle juguetes que le distraigan, cajas de cartón sin tinta, sábanas viejas para
tumbarse, él las acondicionará a su gusto.
Puede que te muerda muebles, la pared, esto es porque necesita desgastar sus incisivos ahí él no tiene la culpa tú debes de darle ramas de árboles frutales, hacer
que coma mas heno. ( Ver alimentación)
Al igual que nosotros los humanos, se enfadan, tienen ganas de mimos, de estar solos, de llamar la
atención…
Lo que no podemos confundir nunca es la invitación que nos hace nuestro conejo para que le toquemos, agachará la
parte delantera del cuerpo y la cabeza, esto nunca lo hará si está enojado. Podemos empezar por tocarles la cabeza, acariciando la parte posterior de las orejas y la mandíbula.
Algunos reposarán su cabeza en nosotros para demostrar que te quieren. Si ponemos repetidamente nuestra mano debajo de su boca para que nos lama, algunos lo harán
para demostrar cariño pero otros se sentirán ofendidos y posiblemente nos gruñan como aviso o incluso nos muerdan.
A pocos les gusta que toquemos su vientre o patas traseras, aunque hay algunos casos que si les gusta.
Si lo que le hacemos no le gusta lo notaremos porque se irá de nuestro lado.
Cuando no les apetece que les molestemos lo que suelen hacer al ver nuestra mano o si les llamamos será
darnos la espalda.
Cuando le llamamos sabremos que nos está prestando atención si gira su cabeza de tal forma que nos mire como de
lado.
Nos pueden enseñar a hacerles caricias donde más les gusta ya que el animal girará el cuerpo para que nuestra
mano se vaya acercando a la zona deseada.
Es fácil darse cuenta porque la respiración será agitada cuando tenga miedo, también sus orejas verás que las echará hacía atrás.
Cuando está asustado o muy enfadado pateará el suelo con las patas traseras, te dará la espalda e incluso se
alejará de ti.
A veces podrás oírle hacer un ruido parecido al de un cerdo, eso es cuando te gruñe. Es muy útil poder
reconocer la diferencia entre inquieto y enfadado. Los conejos expresan su enfado usando sus oídos, la postura que adopten, y su cola.
Por lo general, cuanto más estirado y tumbado se encuentre, el conejo está indicando que está relajado y cómodo ya que en esta postura le sería bastante difícil salir corriendo.
A veces los conejos indican a menudo su aprecio moviendo suavemente sus dientes (rechinan), lo cual lo podremos notar, oírlo y
sentirlo a veces a través de su cráneo.
Los conejos están moviendo casi siempre su nariz, esto no quiere decir que estén oliendo ni que lo necesiten para respirar.
Con ella podríamos medir el grado de interés de un conejo, cuanto más rápido es el movimiento, el animal estará más atento
a lo que le esté llamando su atención.
Cuando su nariz se mueve muy lentamente significa que está tranquilo, relajado.
Si nos acercamos para hacer algo alrededor de donde se encuentre el animal, veremos que su nariz empezará a ir más deprisa e
incluso si le hablamos veremos también como gira o levanta sus orejas para prestarnos atención.
Si se asusta y está preparado para la huida generalmente dejará de moverla. Para tranquilizarlos podemos hablarles
muy suavemente y veremos como su nariz se mueve muy lentamente.
Algunos son más territoriales que otros, pero muchos conejos se enfadarán si irrumpimos en lo que para él es su territorio (la jaula), especialmente si están dentro. Si lo intentas posiblemente verás como pega patadas al suelo e incluso puede mordernos. Si necesitamos acceder a su jaula y tu conejo no lo consiente lo mejor es hacerlo cuando este fuera.
Si notas que el conejo frota su barbilla contra las cosas es porque las está marcando como suyas. Los conejos tienen glándulas del olor bajo sus barbillas que
utilizan para marcar el territorio y los objetos que son suyos. Nosotros no podemos olerlo, y tampoco mancha. Hay conejos que incluso nos podrán marcar a nosotros.
Los conejos machos no esterilizados también rociarán orina para marcar el territorio. Para parar este comportamiento la única
solución es la esterilización.
Si el animal está más quieto que de costumbre, come y bebe mucho menos, no nos hace caso cuando nos acercamos a verle, etc... nos indicará que hay algún problema. Si creemos que pueda ser porque está triste intentaremos jugar con él para intentar alegrarlo o dejar que salga a darse un paseo, pero si aún así el animal no se mueve deberemos acudir a nuestro veterinario para que nos ayude.
Los conejos también sabrán pedirnos cosas. Si se queda sentado en la puerta de la jaula (cerrada) y mirándonos
esto significa que quiere algo, puede ser simplemente una caricia, que le dejemos salir de la jaula o que quiere la comida. Algunas veces muerden los barrotes de la puerta de su jaula haciendo
ruido para pedírnoslo.
Se acercará cuando quiera ser acariciado metiendo su cabeza debajo de nuestra mano.
Más que una petición es una orden para ellos por eso mismo los conejos que son muy dominantes pueden gruñir o darnos
pequeños mordiscos si no se les hace caso.
Algunos conejos muy agresivos pueden morder para establecer y demostrar su dominación. En caso de que empiece de repente a morder tendremos
que quitarles el hábito o se harán dominantes y puede que se acostumbren a morder para pedir las cosas.
Una de las conductas que nos demuestran mayor felicidad en nuestros conejos es cuando le dejas suelto por casa
y se pone a correr haciendo giros clavando sus patas delanteras y soltando las traseras; lo hacen con muchísima frecuencia y es muy gracioso verles.
Cuando un conejo está feliz levantará sus orejas y las moverá hacia delante. Si la cola está levantada, es muestra
de entusiasmo.
Tener el respeto de tu conejo ayudará mucho en la fase de entrenamiento. No todos los conejos disfrutan el ser acariciado, pero algunos lo disfrutan tanto que puede ser un incentivo más fuerte que la comida. Dedica todo el tiempo que puedas a tu mascota y atiende su necesidades básicas, así él sentirá cómodo y confortable en tu casa.
Asegúrate que tu conejo sepa quién está a cargo. Existe la posibilidad que tu conejo quiera dominar la casa. Debes respetar su modo de ser. Debe saber que eres el conejo a cargo. La forma más común que el conejo usará para imponerse será tratar de morderte o algo similar. Si esto ocurre, suelta un grito fuerte y colócalo en el suelo, si el conejo ya se encuentra en el suelo, levántalo y colócalo fuera de tu camino. Haz esto con firmeza pero con suavidad. Al hacer esto, no se busca que el conejo te tema o que lo lastimes, simplemente se quiere mostrar quién está a cargo.
Respeta la independencia de tu conejo. Así como el conejo no puede gobernar la casa, no debes imponer tu voluntad a la de él. No le hagas hacer cosas que no quiere hacer. Si grita o se retuerce déjalo ir. No le des a tu conejo razones para rebelarse o para que piense que tú eres su enemigo.
Comprende qué es lo que motiva a tu conejo. Esto significa que un refuerzo negativo, como golpearlos con la mano o gritar, no logrará nada positivo. Los conejos son muy inteligentes y están dispuestos a responder a los incentivos que les demos. Estos incentivos, usados de manera correcta, conseguirán que tu conejo responda adecuadamente.
Dedica mucho tiempo al entrenamiento. Para mejores resultados, debes dedicar por lo menos 30 minutos, y en el mejor de los casos una hora o dos cada día para entrenar a tu conejo. Solo necesitas una seman.Empezarás a ver los primeros resultados el primer día.
Sitúa tu entrenamiento en el área y situación en la cual quieres que la conducta que deseas vaya a ocurrir. Por ejemplo. Si quieres enseñar a tu conejo a saltar en tu regazo cuando lo llames, primero, colócalo sobre el sillón. Si quieres enseñarle que vaya a su jaula de noche, entrénalo alrededor de la hora apropiada y asegúrate que su jaula se encuentra en la posición en la que se encuentra normalmente.
Dale un premio cada vez que haga lo que le pides. Si quieres enseñarle a tu conejo a que venga cuando lo llames, empieza a entrenarlo a estar cerca de ti. Cuando venga, recompénsalo. Sé coherente, asegúrate que sepa porqué está recibiendo un premio. Usa siempre las mismas órdenes como: siéntate, arriba, así, tu conejo aprenderá a reconocer tus peticiones y asociarlas con esas palabras de manera precisa para obtener su premio.
Sigue proveyendo los premios hasta que tu conejo responda correctamente cada vez. Cuando intentes enseñarle algo nuevo, no escatimes en recompensas. Asegúrate que estás condicionando a tu conejo de manera correcta.
Gradualmente retira los inventivos. Una vez que tu conejo conozca su camino, empieza a reducir los incentivos de manera gradual. Alterna los premios, cuando haga algo bien, dale un premio una vez sí y otra no. Finalmente no necesitarás dar ningún incentivo. Luego, recompénsalo acariciándolo y solo usa comida para reforzar la destreza.
Refuerza el entrenamiento cuando sea necesario. De tiempo en tiempo tu conejo necesitará reaprender lo ya enseñado. Esto significa que tendrás que darle de nuevo incentivos de comida, no te preocupes por hacerlo.
Por naturaleza, los conejos eligen uno o varios lugares (normalmente esquinas) para hacer sus necesidades. Una forma de que el conejo identifique que la bandeja es el lugar donde debe hacer sus necesidades, es a través del olor.
Cuando sacamos al conejo de la jaula por casa veremos que hace sus necesidades por donde quiere, pero siempre habrá un lugar donde más
lo haga. Ahí es donde hay que poner una bandeja para que acuda. Heces que encontremos fuera de la bandeja heces que meteremos en ella. El pis lo limpiamos con un cleenex y lo metemos en la
bandeja también. Así poco a poco ira asociando donde deberá ir a hacer sus necesidades.
Debemos lavar el lugar donde ha orinado el conejo con vinagre si no queremos que vuelva hacerlo ahí. Así
con el olor el conejo lo aborrecerá y no volverá a intentarlo, pero hay casos en los que el conejo, vuelve a hacerlo. Como ya sabemos, nada mas traer al conejo hay que tener toda la jaula
preparada y la bandeja o esquinera con sustrato.
Los conejos más maduros son más fáciles de acostumbrar que los conejos más jóvenes, especialmente los gazapos. A medida que crecen, la capacidad de los conejos para aprender se incrementa. Si tienes un gazapo, no desesperes, con paciencia lo conseguirá.
Lo primero de todo ponte sentado en el suelo con las piernas estiradas; cuando vayas a intentar esto el conejo tiene que estar tranquilo ya que le vas a poner boca
arriba y si está nervioso no podrás.
Si ves que está muy nervioso póntele encima de tus piernas boca abajo acariciándole para relajarle, verás que su respiración cada vez es mas
lenta, ahí es cuando debes comenzar.
Cuando veas que está tranquilo y relajado debes de cogerle en brazos boca arriba, bien sea poniéndole encima de tus piernas o
cogiéndole como un bebé
Cuando le tengas boca arriba tienes que empezar a acariciarle todo el cuerpo, empezando por la cabeza, sus orejas, el contorno
de los ojos, su naricilla, su boca, barbilla, bajando por el cuello, sus patas delanteras, su pecho, tripa, patas traseras... verás como poco a poco se va dejando hacer, en ese momento está en
una relajación total.
Cuando al conejo le pongas en trance, notarás que con la gran relajación su cabeza se cae, se le abre la boca, incluso dejará de mover
la nariz.
A veces puede parecer que el conejo está en trance, pero le vas a tocar y se despierta bruscamente, eso es porque no estaba en un trance profundo.
Prueba de nuevo los primeros pasos para conseguirlo totalmente, incluso cuando lo consigas podrás disfrutar de él así
tanto tiempo como él quiera.
Nunca debes despertarle de ese trance con un movimiento brusco, no está dormido, tan solo relajado, por ello si le tenemos en brazos, le iremos
poquito a poco incorporándole hasta que él abra los ojos y se apoye en el suelo.
Puede que luego esté algo desconcertado, dejémosle tranquilo, ellos solos vuelven a la normalidad.
Con el tiempo observarás que te es más fácil poner a tu conejillo boca arriba y que entra más fácilmente en trance, eso es porque él sabe que cada vez que lo coges de esta forma va a estar a gusto.
Si ves que le gusta, también puedes practicar este truco por simple placer para él, para relajarle y establecer más contacto con tu mascota.
En algunas ocasiones, después del trance, el conejo persigue a su amo (o a aquella persona que le ha dejado en trance), este comportamiento también se da en las personas que han sido hipnotizadas, sienten una atracción hacia el hipnotizador y no saben porqué.
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